lunes, 10 de febrero de 2014

La divina comedia de Juan Perro en Ibiza



Juan Perro

Este viernes pasado (siete de febrero) tuve el privilegio de asistir a al concierto que Santiago Auserón, el mítico Juan Perro, ofreció en el café-teatro El sitio de Sant Antoni.

Aunque ya ha pasado y sé que da un poco de rabia enterarte de las cosas cuando ya no tienes oportunidad de ir, voy a escribir unas líneas sobre este fantástico espectáculo que presencié por dos razones:

Juan PerroEn primer lugar, para agradecer la generosidad en el escenario de este músico singular y de su acompañante, Joan Vinyals, el “Dimoni de Gràcia”, que no dudaron en lanzarse de lleno a la piscina y tocaron una música excepcional durante más de dos horas. O mucho nos engañaron, o ambos se encontraban como en casa. De hecho, al final del concierto invitaron a un guitarrista amigo, Norberto Rodríguez, a tocarse unos temitas con ellos y acabar de convencernos por completo. Juan Perro y compañía nos ofrecieron un repertorio variado, lleno de referencias narradas de la cultura cubana, el Siglo de Oro español, Compay Segundo, Joe Strummer, Africa o algunos personajes pintorescos que inspiran y pueblan su universo perruno.


En segundo lugar, escribo esto para manifestar mi total perplejidad ante el poco respeto de una parte de los asistentes por el talento que destilaban los músicos del escenario, conversando ruidosamente como si estuvieran en la tasca de su barrio viendo un partido de fútbol. Y eso a pesar de las amables y cachondas advertencias de Auserón que sólo consiguió hacer el silencio en la sala cuando prescindió por un momento de los micros y se marcó un “No más lágrimas” “unpluged” espectacular, picando al Dimoni con un “¿qué?¿lo probamos desenchufados, a ver si así nos hacen caso también los del fondo?”

Si tuviste la suerte de presenciar estas “chispas” de magia que brotaron del escenario del Sitio esa noche, sólo espero que fueras del grupo que pagó una entrada para disfrutar de un buen concierto y no de los que se tomaron una copa de palique con con unos colegas, veinte euros más cara que en cualquier otro bar.

Si no tuviste la fortuna de asistir, aquí tienes un concierto similar que Juan Perro y Joan Vinyals ofrecieron en el Instituto Cervantes de Estocolmo hace poquito.

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