La playa de Cala Llonga es una playa de arena blanca y fina que forma una bahía profunda en forma de U con una entrada de unos 700 m y muy resguardada de las corrientes, a no ser que sople viento del este, y que destaca por la anchura de su zona de arena, aunque una buena parte de ella está ocupada por hamacas, sombrillas, velomares y toda clase de vehículos marinos que los bañistas suelen utilizar para acercarse a unas diminutas calitas que hay a ambos lados de la playa principal.
Se encuentra a unos 10-15 minutos de
Ibiza o de Santa Eulalia, el acceso es sencillo y suele haber
aparcamiento en las calles cercanas. Además de en coche, se puede ir
en autobús o, por mar, en golondrinas que salen desde Santa Eulalia, desde Ibiza e, incluso, desde Formentera. En este enlace, podéis consultar los horarios de salida.
Es una playa ideal para los niños
porque, además del magnífico parque que hay en la zona de pinos, la
entrada al mar es muy suave y poco profunda y los pequeños pueden
bañarse y jugar sin peligro.
Hace 60 años, Cala Llonga no era más
que cuatro casas payesas repartidas por las montañas de la zona y la
cala era sólo una entrada al mar para algunos botes de pesca
(todavía quedan alguna casitas de barcas para atestiguarlo) que
solían faenar en unas aguas rebosantes de peces de roca y de arena
(como el raor), pero con el
boom del turismo, se construyeron hoteles, apartamentos, bares,
supermercados, souvenirs, tiendas de ropa y hasta una pequeña feria
y la playa se equipó con todos los servicios imaginables para los
veraneantes de la zona: hamacas, sombrillas, duchas, parques,
socorrista, quiosco y una gran variedad de deportes náuticos. De
hecho, hoy en día constituye una completa zona de vacaciones en sí
misma, aunque, para mi gusto, demasiado enfocada al turismo. Cuesta
encontrar alguna pista de lo que fue este lugar unas décadas atrás.
Según mi opinión, los puntos fuertes
de la playa de Cala Llonga son que es accesible, cómoda y muy
atractiva para familias con niños. En cambio, su aspecto más
negativo es la excesiva construcción que resulta bastante invasiva
sobre la línea de la costa y la exagerada proliferación de hamacas
y sombrillas.
Creo que es una cala que ha perdido su
identidad a costa de una edificación demasiado rápida y sin
control, aunque también es verdad que en los últimos años, se ha
hecho un esfuerzo por mejorar la zona y ahora cuenta con un hermoso
paseo que bordea la zona de arena.
A destacar:
Las minicalas y las cuevecitas que se
encuentran por la costa de alrededor. Si entráis en alguna, dejaros
impresionar por el efecto del sonido del mar retumbando en la
cavidad.
La tienda Coconut que se encuentra en
la parte derecha de la playa mirando al mar. Es un local con mucho
encanto y en el que podréis encontrar desde ropa para toda la
familia, hasta bisutería y detallitos para regalar. Muy recomendable.
Cómo llegar:
La verdad es que el camino está muy
indicado y no tiene ninguna dificultad.
Si sales de Ibiza, tienes que coger la
carretera de Santa Eulalia y a 2km. aproximadamente, desviarte a la
derecha hacia Jesús. Al llegar al pueblo, sigue recto por la
carretera principal unos 3,5 km. hasta llegar al indicador de Cala
Llonga y gira a mano derecha.
De nuevo, sigue la carretera principal
que atraviesa el pueblo y al final, llegarás a la playa.
Desde Santa Eulalia, tienes que coger
la carretera que va a la urbanización Siesta y dejarla a mano
izquierda, siguiendo la carretera principal que te llevará
directamente a la playa de Cala Llonga.
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