El “Ball Pagès” es
el baile típico de las Pitiüsas. Aunque no se tienen del
todo claros sus orígenes, sí parece bastante claro que es una de
las danzas folclóricas más antiguas de España y cualquiera que
viva en directo una “ballada” estará de acuerdo con esta teoría.
Su percusión repetitiva, la exagerada diferenciación de los roles
del hombre y la mujer y la simplicidad de los movimientos, recuerdan
más a algunos rituales animales, que a una danza típica.
En cualquier caso, es un
baile que ha sido estudiado en profundidad por expertos en la materia
y existen multitud de teorías y de interpretaciones. En este
artículo sólo pretendo dar cuatro pinceladas para todos aquellos
que desconozcan esta tradición de Ibiza y Formentera y, de paso,
animarles a que, si se les presenta la ocasión, no dejen de
participar en la experiencia de vivir en directo una de las
costumbres más auténticas que todavía perviven.
Sin embargo, en todas las
variantes, es un baile en el que la mujer se presenta sumisa, con la
cabeza cubierta y la mirada baja, moviéndose en círculos con
pasitos muy pequeños. En cambio, el hombre se exhibe con toda
intención, saltando alrededor de la mujer o las mujeres la mayor
parte del tiempo, mostrando toda la agilidad y fortaleza de la que es
capaz.
En general, sa “ballada”
se inicia con “sonadors”(músicos) i “balladors”
haciendo medio círculo, rodeados por la gente del público. Los
“sonadors” tocan la “flaüta”(flauta sencilla de madera de
adelfa), el “tambor”(pequeño tambor de madera de pino) y el
“espasí”(vara fina de metal similar a la hoja de una espada que
se toca como un triángulo). Los “balladors” masculinos
también tocan las “castanyoles”(unas castañuelas tan grandes
como su mano, elaboradas con madera de ginebra). Uno de ellos se
separa del grupo y se acerca a la parte donde están las mujeres. Con
un golpe de “castanyola” selecciona a la mujer o las mujeres con
las que quiere bailar y se inicia el baile. Al terminar, el hombre
suele poner una rodilla en el suelo y bajar la cabeza frente a la
dama en señal de respeto.
En las “colles”(grupo de
bailadores y músicos) se suelen representar todos los estilos,
aunque dependiendo de la formalidad del evento que se celebra, se
visten ropas más de fiesta o más de diario.
El vestuario se completa
con joyas de oro o plata y coral rojo. En el caso de las mujeres, el
conjunto de collares y relicarios se conoce como “emprendada”
y se suele acompañar de pendientes a juego y sobre todo de los 24
anillos que el novio regalaba a la novia como dote y que en algún
momento del baile, la dama muestra levantando las dos manos delante
de ella. Los hombres también se adornan el traje con botones de
plata o de oro tipo cascabel.
La ropa y las joyas de un “ballador”
son un bien muy preciado y se invierte una importante suma de dinero
en ir completando poco a poco todas las piezas que componen el
vestuario, las joyas y los instrumentos que forman parte del ritual
del “ball”. Existe, en Ibiza, gente experta que elabora estos
instrumentos, ropas, zapatillas y joyas siguiendo los procesos más
artesanales como ya se hacía hace cientos de años.
También se puede ver en
directo en:
Baluart
de Sant Pere, Ibiza. Todos los viernes de junio y septiembre a las
21:00h y los meses de julio y agosto a las 21:30. Precio:1€.
Iglesia
de Sant Miquel. Todos los jueves del verano en la plaza de la Iglesia
a las 18:00h. Precio:5€
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