Una “sitja” es un horno de carbón,
un montón de leña distribuida por capas(“meses”), cubierta por
ramas verdes de pino y tierra, y rodeado de piedras, que va quemando
lentamente para conseguir carbón.
Antiguamente, el carbón era la
principal fuente de calor y de energía. Con él se cocinaba, se
calentaban planchas y braseros y se alimentaban máquinas de vapor.
Además, a menudo era la única manera de sacarle rendimiento a la
tierra más boscosa y que no estaba indicada para la labranza.
Durante muchos años, Ibiza tuvo una
gran producción de carbón que, incluso, se exportaba fuera de la
isla y en invierno, las “sitges” quemaban por todos los bosques
ibicencos vigiladas noche y día por el carbonero que se instalaba en
una pequeña cabaña al lado de la “sitja”, la “barraca”.
Las gentes de Corona son gente decidida
así que limpiaron un trozo de terreno de unos de los socios, construyeron una “barraca de
carboner” y pidieron ayuda a los mayores para construir la primera
“sitja” que había quemado en el pueblo en mucho tiempo.
Al año siguiente, los padres de la
escuela ya supieron elaborar carbón por sí mismos, aunque, por
supuesto, los mayores siguen enseñándoles trucos y dando
instrucciones.
A día de hoy, la “encesa de sa
sitja” se ha convertido en un evento y la fiesta se alarga durante
los tres días y tres noches que quema la leña, especialmente, el
último día y una idea que empezó con la colaboración de cuatro
vecinos, reune ahora a un buen número de público variado.
Este año hubo stands de productos locales y oficios tradicionales, “ucs”, “coques de sobrassada” elaboradas en el momento en un horno de leña, “frita de porc”, “vi pagès” y “café caleta”, juegos “payeses” y paseos en carro para los más pequeños y, en general muy buen ambiente y la voluntad de la gente de Santa Angès de recuperar el saber y la cultura del pueblo ibicenco.
De hecho,Toni Basora, uno de los
impulsores del proyecto, nos contó que ya están tramando la
construcción de un horno de cal para aprender también los secretos
de cómo se obtenía la cal viva que se utilizaba en todas las casas
que Ibiza para “emblanquinar” sus paredes y aportar a la típica
construcción ibicenca su color blanco tan característico.
Si queréis más información de como
se elaboraba una “sitja” y de todas las partes que la componen,
podéis leer un interesante guía para educadores sobre la zona de "Ses Marrades de Corona" editada por el GOB-GEN y escrita por Cristòfol Guerau d'Arellano y Mari Carmen Campo.
Y sobre todo, si queréis participar
en la celebración de la fiesta al más puro estilo de la tradición
ibicenca, no dudéis en asistir el próximo año por estas fechas.
Por lo que pude experimentar, todo el mundo es bienvenido siempre que
se respete el espíritu del festejo.
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