La zona alta de la ciudad de Ibiza, conocida como Dalt Vila, es una de las zonas urbanas con más encanto que podemos encontrar entre las seleccionadas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Cuando cae la noche, sus calles estrechas con las paredes encaladas y la iluminación de viejos faroles vacilantes, convierte el encanto del día en misterio, transportándonos a otra época en la que la gente vivía al refugio de las murallas renacentistas que rodean la vieja ciudad de Dalt Vila.
Un paseo por Dalt Vila de noche es una gran alternativa al bullicio de los bares y al mercadillo de la zona del puerto de Ibiza o, por qué no, un complemento que nos prepara para una velada de vivencias mágicas e inolvidables. También es una buena opción tras haber cenado en la terraza de alguno de los restaurantes de la Plaza de Vila y, sobre todo, subir de noche es una fantástica opción para evitar el calor que hace durante el día.
El nucleo urbano de Dalt Vila fue fundado por los fenicios en el s.VII A.C. y, desde entonces hasta nuestros días, sus calles y sus casas han ido recibiendo influencias de multitud de pueblos y culturas que han sido atraídas por el enclave estratégico de la isla. Pasear entre sus murallas, acompañados por la quietud de la noche, nos regala una perspectiva inusual de esta zona salpicada de patios interiores de influencia árabe, baluartes de la época mediaval, calles tan estrechas que a veces se convierten en pasillos y fachadas con muros sólidos y pocas ventanas para protegerse de las habituales y periódicas invasiones y del implacable sol del verano.
Podemos plantear el paseo con dos rutas diferentes: seguir el camino principal adoquinado y llegar hasta la zona más alta, donde esta la Catedral y donde podremos disfrutar de la espectacular vista de toda la ciudad de Ibiza, o bien, atravesar Dalt Vila, desde el Baluart de Sant Pere, pasando por la Plaza del Sol y dejando a la derecha el Museo de arte contemporáneo -MACE- y llegar al Baluarte de Santa Llúcia, para luego bajar hasta la Plaza de Vila y salir al puerto por el Portal de Ses Taules.
Si elegís la primera opción, subir hasta la Catedral y el Baluarte de Santa Tecla, os recomiendo un recorrido en zig zag, subiendo poco a poco y recorriendo todas las callejuelas. Descubriréis multitud de detalles en cada esquina, en cada fachada y en cada escalera. Además, si sois aficionados a la fotografía, tenéis una ocasión magnífica para disfrutar con vuestra cámara.
Como en la colección de fotografías que podéis ver en el vídeo, realizadas en distintas épocas del año, que muestra la paz y el silencio en que el se sumerge, por la noche, esta parte milenaria de la ciudad de Ibiza.
Os recomiendo un calzado cómodo. Sobretodo, evitad los tacones, ya que las calles empedradas y la humedad pueden hacer que patinéis. Tomároslo con calma en la subida e id disfrutando de las vistas.
Je,je,je... I sense flash, com a mi m'agraden...:)
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