El Puerto de Sant Miquel
es un puerto natural situado al norte de la Isla que pertenece al
término municipal de Sant Joan. Se encuentra a unos 4 km del
pueblo de Sant Miquel de Balansat, a unos 12 km del pueblo de Sant
Joan y a unos 35 km de la ciudad de Ibiza.
Es una playa de arena de
unos 100m de largo y unos 70 de ancho, protegida por paredes rocosas
y cubiertas de pinos a ambos lados, lo que suele garantizar
unas aguas tranquilas la mayor parte del tiempo.
Sant Miquel es zona
tranquila y de turismo muy familiar. Aunque está bastante
construida, tiene la ventaja de contar con un gran número de
servicios: hamacas, sombrillas, duchas, socorrista, acceso
para minusválidos, supermercado, y varias posibilidades de
entretenimiento: velomares, kayaks, windsurf y sobretodo, una
legendaria escuela de buceo, San Miguel Diving Center.
También
dispone de una buena oferta de ocio con bares y restaurantes
entre los que se encuentra uno de los mejores sitios de pescado de la
isla, el Restaurante Port de Balansat. Si vais en temporada alta,
conviene reservar con anterioridad porque sino es difícil encontrar
sitio.
Alrededor
de la zona de playa, hay multitud de excursiones y paseos
posibles, algunos un poco más dificultosos que otros, pero vale la
pena, al menos, acercarse a la Cala des Multons a la que se accede
por un caminito un poco precario en la montaña de la parte izquierda
de la playa. Los viernes, durante la temporada de verano, preparan
sardinas a la brasa con ensalada. Disfrutar de ese pescado
fresquísimo, con los pies casi en el agua, a la luz de cuatros
bombillas contadas, es toda una experiencia.
Un
poco más lejos se encuentra “S'Illot des Bosc” que es un islote
privado unido a la costa por una lengua de tierra en la que se ha
creado una pequeña calita, “Es Pas de d'Illa”, que dispone
incluso del típico chiringuito de playa.
Toda
esa zona de la costa ibicenca fue, en el pasado, cobijo habitual de
contrabandistas por la protección que les ofrecían las rocas
abruptas y el gran número de cuevas que hay. De hecho,
actualmente podemos visitar las cuevas de “Can Marçà”, muy
recomendables siempre que no tengamos miedo a las alturas, porque la
escalera para acceder a la entrada de las cuevas está sobre las
rocas y puede dar un poco de impresión.
En general, el Puerto de Sant Miquel es una playa bastante urbanizada (me impresionan especialmente los apartamentos construidos en la ladera de la montaña que, aunque son una agresión importante al medio natural, también reconozco que ofrecen unas vistas impresionantes a sus clientes), pero con un entorno natural espectacular y que nos ofrece muchísimas posibilidades de diversión, tanto en la arena de la playa, como en los alrededores.
En general, el Puerto de Sant Miquel es una playa bastante urbanizada (me impresionan especialmente los apartamentos construidos en la ladera de la montaña que, aunque son una agresión importante al medio natural, también reconozco que ofrecen unas vistas impresionantes a sus clientes), pero con un entorno natural espectacular y que nos ofrece muchísimas posibilidades de diversión, tanto en la arena de la playa, como en los alrededores.
Cómo se llega:
Se tiene que tomar la
carretera de Santa Eulària y después tomar el desvío hacia Santa
Gertrudis. Al llegar al pueblo, sin entrar en él, hay que seguir
recto por la misma carretera que nos llevará directamente al pueblo
de Sant Miquel.
Una vez en el pueblo, hay
que coger un desvío a mano derecha que indica el camino del Port de
Sant Miquel.
A partir de ahí,
simplemente hay que seguir la carretera unos 4km. hasta que llegamos
a la playa. La zona de parquing es amplia y no suele haber problemas
para encontrar sitio.
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